Imagina un cubito de hielo rematado en perfectas aristas que comienza a fundirse por el centro de su cara superior. Imagina que lo que empieza como un surco va transformándose en un profundo precipicio helado y que al llegar al centro geométrico del poliedro libera una burbuja. Imagina a esa fina película de agua resbalando por las paredes frías y angostas de su cárcel de hielo. Imagina su salida a la libertad y su vuelo al aire. Imagina qué le deparará el destino…
… esa burbuja al fin libre estalló. Compartió toda la magia de su interior con aquello que le rodeaba. Aún así nada se pudo percibir, esa forma esférica que la describía, despareció fusionada con el entorno. Aquella burbuja era el universo que se diluía en la inmensidad.
… esa burbuja al fin libre se enfriaba. La delgada capa de agua se espesaba. El exterior era aún más adverso que el interior del cubo. La burbuja se congeló cayendo al suelo, no se quebró. Su voluntad seguía fuerte, pero ahora se veía convertida en su propia cárcel de hielo.
… esa burbuja al fin libre parecía inmutable. Aún así, poco a poco empequeñecía. Su tamaño mermaba mientras se consumía aquella magia. Tanto menguaba que era difícil divisarla. Esa burbuja se apagó y jamás volvería.
Mitología para principiantes.
Musa: Sonaba a despedida.Il Uso: Y así ha sido.
Musa: Aquí ya no quedan cuentos, ni encantamientos. No quedan rimas y mucho menos risas. ¿Por qué has vuelto?
Il Uso: Quiero encontrarme.
Musa: ¿Andas perdido?
Il Uso: Ando partido.
Musa: Aquí sólo dejaste tu sombra, a veces oscura y otras luminosa. Aquí sólo has dejado lágrimas y a veces caramelos.
Il Uso: He dejado un camino que me corresponde retomar.
Musa: ¿Y cómo pretendes hacerlo?
Il Uso: Contigo.
Musa: Eso es gracioso, parece que aún te queda algo de ingenio. Al menos para hacerme reír.
Il Uso: Gracioso o ingenioso y aún así cierto.
Musa: No hay certeza en la idónea idealidad de una ensoñación.
Il Uso: Tú eres la gracia y el ingenio. Eres esa idea idónea y el sueño de mi ensoñación. Eres mi sombra luminosa y el caramelo de mis lágrimas. Eres mis palabras y el reflejo de mis ojos. Eres mi acierto y mi fracaso. Sólo tú eres mi certeza aunque estén teñidas de idea o sueño. Por esa certeza muero, por esa certeza vivo. Por esa certeza escribo lo que quiero, por esa certeza escribo que te quiero.
Musa: …
Il Uso: ¿Dejar a una musa muda tiene premio?
Musa: Tendrás que aprender a vivir sin certeza.
Il Uso: Sin certeza vivo, andando partido. ¿Qué pasa con este arrojo y estas ganas?
Musa: Que no ganas. En esta batalla, pierdes. Siempre pierdes.
Il Uso: Entonces será certeza que ando perdido.