miércoles, 11 de diciembre de 2013

Desesperación Ignorada.

Le Chocolat.
Eres como el chocolate puro, una amargura profunda. Ese sabor que te intriga probar y que en un principio gusta pero que con el tiempo lamentas por completo. Una amargura que te seca el alma, dejándote vacío por dentro. Encuentras el interior frío, agrietado e inhóspito. Una oscuridad total en la que no se produce ni un solo destello. Una mueca que pretende conseguir como defensa el miedo, cuando lo único que inspira es pena. Una amargura incorregiblemente autodestructiva. Sin ánimo para reconocer la realidad, sin ánima. Eres como el chocolate puro, un espesor eterno. Arenas movedizas que impiden el movimiento. La fuerza no hace más que provocar un efecto adverso. Una presión que aumenta y aplasta. El aire se vuelve más denso y es casi irrespirable, lo suficientemente viscoso como para ahogarse con él. Sentir ardiente cada inspiración, quemando por dentro. Notar una sensación a metal frío en las manos. Ese tacto pegajoso y pesado que machaca las yemas de los dedos. Áspero, todo lo que tocas es áspero. Amargo, todo lo que pruebas es amargo. Espeso, todo lo que vives es espeso. Eres como el chocolate puro, áspero, amargo y espeso.

Toma número 357.
Tener un momento de revelación elocuente en el que las palabras broten espontáneas de tu boca como si tuvieran vida propia, o más que eso, el deseo de poder tenerla. Ese instante en el que hablas sin pensar y aún así con acierto. Ya sea para explicar algún concepto abstracto que consigues traer a un plano concreto. Ya sea para hacer una crítica con la proporción adecuada de construcción y destrucción. Lo preciso para abrir un camino y despertar una mirada perdida. O bien podría ser para hacer reír, tarea que requiere del mayor de los de los ingenios con el que simplificarlo todo. La claridad, el ingenio, la elocuencia, se encuentra en la capacidad de hacerlo todo simple. ¿Qué querría decir con todo esto? Seguro que era algo simple, pero ya no lo recuerdo. ¿A qué viene todo esto? Seguro que era algo simple, pero ya no lo recuerdo. ¿Por qué no acabar con esto? Eso puede ser complicado, mejor dejarlo para el momento de revelación elocuente. A la interacción de las palabras no le importa nada de lo que dices.

Me gusta cuando callas...
Encuentra una mente aislada sinérgicamente con la que poder expresarte sin tapujos, sin miedo a tu ser más íntimo y profundo. Abriendo la morada donde se aloja el miedo. Obtener de vuelta una respuesta de complicidad. Ganar así una dualidad en porcentaje de carga que resuelva los problemas de sobrepresión de la maquinaria. Desliza las manos hacia las teclas y que los dedos pulsen para escribir con notas musicales las líneas que dejaran la existencia. Que todo confluya en el silencio, en la oscuridad, en la soledad, en la nada. En el eco de una voz hueca que despedaza los sueños con el pretexto de que no son reales. En una mañana de lluvia ácida y muda. Salgamos de dudas, acabemos con esto. A la interacción de las palabras sólo le importa lo que no dices.




P.S. A veces tengo una sensación en la que esto pierde el sentido. A veces pienso que realmente nunca lo tuvo. A veces creo que esto no estaba hecho para mí desde un principio. A veces me veo como a un ingenuo jugando a algo de lo que no tiene real conocimiento. Otras ni siquiera me veo. Siempre quedará esa terquedad insatisfecha.

2 comentarios:

  1. Yo creo que la amargura es un estado que nos va creando la vida, las penas, la tristeza, nos vuelve un poco así, el estar en soledad. Por eso no hay que dejar que nuestros mayores caigan en esa amarguara, intentarles hacer ver que siguen siendo seres importantes, y que no les dejaremos que vivan en amargura.

    Yo me voy este finde con mi madre a Úbeda y Baeza con mi madre, si vieras que ilusión, ayer fue a la pelu, se compró una chaqueta, hoy a las ocho ya estaba organizando su pijama ja,ja.

    La última entrada me ha recordado a cuando hablamos, deslizamos las manos por las teclas y siempre hay una vuelta de complicidad, es preciosa esa entrada, me ha encantado.

    Un beso para tí y tu family en estas fechas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No es casualidad que hables de los dos textos que más me gustan de la entrada.

      Poco a poco me voy despertando, a recuperar algunas sensaciones. Estoy en camino.

      Creo que ambas entradas tienen su encanto a su manera. "Encanto", que se entienda ;P Así entrecomillado.

      Espero que lo hayáis pasado bien.

      Besos ;)

      Eliminar