miércoles, 7 de diciembre de 2011

Puño Aletargado.

El chafardémico.
Muchas veces he pensado en la analogía existente entre el cuerpo humano y la ingeniería. Mis conclusiones acerca del tema derivan en dos: que el ser humano sea una obra de ingeniería y que la ingeniería derive del estudio del ser humano, aparte del estudio de las demás especies que también contribuyen al desarrollo de la misma. El cuerpo humano es un conjunto de sistemas interconectados con una armonía inquietante. Empezando por el sistema digestivo que empieza en la boca, un triturador de alimentos. Después podemos encontrar conducciones como la faringe o el esófago. También hay válvulas como pueden ser la glotis o el cardias y el píloro que controlan la entrada y salida de materia al estómago. El propio estómago podría considerarse como un digestor anaerobio o cuasi-anaerobio que, básicamente, sería un reactor donde se transforman las sustancias que entran en productos con mayor facilidad para ser asimilados. El hígado y el páncreas que son tanques de almacenamiento que segregan sustancias cuando es preciso, además el hígado es un separador de sustancias tóxicas provenientes de la sangre. Los intestinos podrían ser considerados como reactores tubulares, siendo más clara esta visión en el intestino delgado que además tendría la función de un separador de membrana que pasa los nutrientes que necesitamos a la sangre. El resto serían desechos que se acumulan en intestino grueso donde pierden agua y finalmente son purgados en el ano. Todo esto existe artificialmente, en algunos casos el nivel de sofisticación es menor y en otro es mayor. Sigamos con el sistema respiratorio en el que nuestro captador es la nariz. En la nariz hay pelos que podrían asimilarse a separadores por impacto que retienen las partículas sólidas que son susceptibles de causar daños. Conducciones, de nuevo, como la faringe y laringe. Luego encontramos los pulmones que se ramifican en centenares de conductos, bronquios y bronquiolos y que acaban en los alvéolos que son absorbedores/desorbedores minúsculos que dejan pasar oxígeno a la sangre que lo absorbe y a su vez libera dióxido de carbono que se desorbe (ambos procesos están concretados porque entran en juego otros gases). El sistema circulatorio, corazón del cuerpo humano, nunca mejor dicho. El corazón es una bomba peristáltica, bastante sofisticada, que irriga de sangre arterias y venas. Estas arterias y venas, además de ser las conducciones para la sangre que irrigan los órganos de todos los demás aparatos, constituyen un intercambiador de calor corporal, haciendo que nos mantengamos calientes y así regular nuestra temperatura corporal cuando el exterior está frío. La sangre es el fluido que aporta calor y además es portador de un sinfín de sustancias que va intercambiando al pasar por los distintos órganos y células de nuestro cuerpo. La sangre toma nutrientes que lleva hasta las células y retira de ellas las sustancias de desecho que producen, obtiene oxígeno que proporciona a las células para su metabolismo y retira el dióxido de carbono que se produce en dichas reacciones. Esa especie de armonía con la que todo se conecta es impresionante. El sistema excretor consta de dos grandes filtros, los riñones, donde las sustancias de desecho que producen las células y pasan a la sangre, se separan en las nefronas que son pequeños filtros. La vejiga sería una especie de decantador donde se almacena el desecho y luego se purga por la uretra. Además este sistema consta de las glándulas sudoríparas que, además de cumplir la función excretora, al segregar el sudor nos aportan un fluido que retira calor de nuestro cuerpo, regulando de esa manera nuestra temperatura para evitar un exceso en la temperatura corporal. Nuestras células, especializadas o no, son pilas. Almacenan energía que luego liberarán para la consecución de diferentes procesos, ya sea de mantenimiento, producción o funciones motoras. Y para finalizar está el gran sistema de control del cuerpo humano, el sistema nervioso. Se divide en dos, central y periférico. El cerebro sigue siendo una caja negra, pero podría considerarse como símil un ordenador, junto con el cerebelo y el bulbo raquídeo forman el sistema central, básicamente son controladores de las funciones de los demás aparatos, además el cerebro es el generador de una de las herramientas, a mi juicio, más importante y devastadora que existe, el pensamiento. El sistema nervioso periférico lo conforma, los nervios que sería una especie de cableado inconexo que transmite la información que recibe de los distintos sensores corporales y la médula espinal que es cuarto controlador que tenemos alojado. Todo este entramado es el culpable de que nuestra vida siga su curso. Faltan cosas por citar, como la piel, huesos, músculos y glándulas que segragan distintos tipos de sustancias y hormonas. Tampoco he hablado del aparato reproductor que se encarga de perpetuar la especie y lo que no es perpetuar. Pero, ¿qué queréis?, lo mío no es la anatomía, sino la ingeniería…

Lágrimas de sangre.
Las manos le olían a limón, siempre había pensado que era de exprimir fuerte la vida. Por desgracia, eran consecuencia de frotarse las lágrimas que manaban de sus ojos. A su paso dejaban un surco ácido que le quemaba la piel, mientras tanto, el escozor de sus ojos provocaba la aparición de más lágrimas. Irónicamente era la vida quien le exprimía, privándole de ilusión o esperanza. Alcanzó un trapo con el que secar esas lágrimas para poder empezar a serenarse. Cogió una de esas pequeñas gotas cristalinas a medida que iba cayendo por su cara y la dejó colgando en su dedo. Se metió el dedo en la boca y la saboreó, comprobó el sabor de lo que sentía y no le gustó. No era desagradable, pero no le gustaba la idea de asociar el sabor al sentimiento. Se prometió que se volvería más fuerte. Cada mañana desayunaba el zumo de medio limón, sabía que si algún día era capaz de aceptar ese sabor, lo que desencadenó el sentimiento carecería de importancia. De esa manera pasaron los meses y el limón iba perdiendo sabor, transformándose en una sensación bien conocida por su paladar. Ya era algo común y sin darse cuenta consiguió su objetivo. Los surcos de su cara aún le recordaban el dolor padecido, pero ya era agua pasada. Ya no le dolía ni el recuerdo del dolor. Estaba satisfecho de que aquel sabor no significara nada. Matando el sabor, ya no podía ser ni malo, ni bueno. El limón no sabía a nada. Siempre llega el momento en el que la vida te exprime con fuerza y de nuevo cayeron lágrimas de sus ojos. Ahora sus manos olían a naranja. "¿Quién sabe si algún día la vida te exprima con tal fuerza, que tiña tus manos de rojo?"

El puzle maldito, el maldito puzle.
Recogía los pedacitos de lo que una vez fueron sus sueños y esperaba que encajasen en un nuevo puzle. Al principio nada tenía sentido, ninguna pieza encajaba. La situación seguía siendo triste pero no desesperó y siguió esperando. Para su sorpresa, a medida que transcurría el tiempo algunas piezas volvía a encajar. Eso le devolvió la ilusión. Empezó a reconstruir aquello que las piezas le permitían. Aún habían grandes vacíos, pero era reconfortante ver que, poco a poco, se iban llenando. Las piezas iban limando sus asperezas y mágicamente iban tomando la forma que permitían la unión entre unas y otras. El puzle iba tomando forma a cada paso que daba. Los huecos eran ahora minúsculos, en los que apenas cabía una pieza. Y por fin, llegó el ansiado momento de colocar la última pieza. Para su desgracia no la encontraba. Una gran angustia le recorría todo el cuerpo. No sólo le faltaba la pieza que completaría su puzle sino que mientras intentaba encontrarla tenía que tener cuidado de que el puzle no volviese a deshacerse. Desafortunadamente no era capaz de hacer ambas cosas a la vez. Tendría que escoger entre conformarse o arriesgarse. Pensando en el resultado de su elección, en ambas visiones se veía recogiendo pedacitos.




PD: Mi reino por la pieza que falta... mi reino por el sueño más certero... mi reino por la nube más alta... mi reino por el dolor más placentero...

6 comentarios:

  1. ¿Sabes qué? Cuando conocí a mi marido, él acababa de deshacer el puzle de su vida (se acababa de divorciar) y poco a poco fue construyendo uno nuevo en el que me decía que yo era la pieza que le faltaba. A veces se puede pensar que los puzles están hechos sólo de personas o de cosas, yo creo que los puzles pueden ser como uno quiere que sean, a lo mejor sólo quieres que tu puzle tenga amigos y familia, o que sólo tenga cosas...
    En fin, no sé si he pillado muy bien el sentido de esta pequeña historia que nos escribes para nuestro deleite, pero sí que sé que no todo es el amor y que todo depende del amor con que pongas las piezas en tu puzle. Muchos besos :)
    Me encanta abrir mi correo y ver que me escribes un poquito ^^

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  2. Nita: ¿Y no te lo comiste a besos cuando te dijo eso?, me imagino que sí, jajaja.

    En el texto no he puesto ni una cosa, ni otra. Hay que intentar no caer en sectarismos. Como dices, los puzles son como uno quiere que sean. Podrás estar de acuerdo o no, pero me da un poco de rabia que algunos lleguen a la conclusión de que su manera de ver las cosas es la buena y que juzguen y machaquen cualquier otra postura que sea diferente. Los puzles deben ser además de personales, algo que respetar.

    Lo has entendido bien y me ha gustado tu comentario mucho ;)
    Nada es todo, parece una tontería, pero es así. Ni el amor, ni ninguna otra cosa es todo. Pero bueno, hay cosas más importantes que crean más vacíos en el puzle y otras que menos. Se puede intentar rellenar los huecos con otras cosas, aunque no es fácil. Ahí entra lo que dices, el amor con el que pongas las piezas.

    Muchos besos a ti también ;)

    Y a mí me encanta ver que pasar por aquí de vez en cuando, jajaja.

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  3. Hay que escoger entre conformarse y arriesgarse, ¿por qué siempre perdería?¿y si no tuviera que recoger más pedacitos escogiendo una opción?, yo siempre arriesgaría, besos:) me ha encantado y el comentario de nuestra Nita también, es romántico y ha captado mucho la esencia del texto, besos a los dos.

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  4. Vick: No lo veas como un caso generalizado cuando lo que es, no es más que un caso particular. En las circunstancias del personaje, es él quien tiene que elegir. Y no es que siempre pierda, es que en su pesimismo se ve perdiendo en ambas situaciones.

    Tú misma lo dices, hay la posibilidad de no recoger pedacitos, tú ves esa situación. Y también tienes claro lo que harías, gracias a esa visión que tienes, que no te frena, al revés, te ayuda a seguir hacia delante.

    Sabía yo que no iba a ser el único al que le gustara el comentario de Nita, jajaja.

    Besitos ;)

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  5. Hola Jose,

    El ser humano es una obra inigualable de la Naturaleza, fruto de muchos años de irremediable experimentación. En el aparato reproductor también habrá algo de ingeniería, igual de compleja de el resto ;).

    Al final el tiempo lo cura todo, y con ayuda de entrenamiento, más rápido todavía. ¿Se podrá cuantificar la cantidad de sabores lacrimales?

    Respecto al escrito del puzzle, tal vez cuando ves que las piezas no encajan mejor cambiar su forma para conseguir otro resultado final. Cuando te falta una merece la pena buscarla antes, aunque bien pensando, tal vez siempre quedará alguna pieza.

    Un saludo, y que hayan ido bien los exámenes.

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  6. Kocrann: Más que nada lo que quiero decir es que la ingeniería no está muy despegada de la anatomía humana o animal en general. Muchos de los inventos que existen vienen de la idea de transformar en artificial lo natural.

    Déjate de entrenamiento, jajaja. Si los sentimientos son finitos, entonces, se podrán cuantificar. No sé si responde a tu pregunta...

    Eso es lo que intenta hacer el muchacho de la historia, cambiar las piezas para que vuelvan a encuadrar en otro marco distinto. ¿Quién no tiene un puzle al que le falta alguna pieza?

    Los exámenes desafortunadamente no han hecho más que empezar...

    Un saludo y gracias por comentar.

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