domingo, 10 de abril de 2011

Antítesis Metastásica.

Realidades mezcladas.
Volvía del instituto de aquella ciudad que una vez fue conocida. Recorría el mismo camino que tantas veces había seguido hasta casa. Esas paredes que conformaban el hogar que le había custodiado todos esos años. Pero el momento no era el adecuado, sabía que estaba allí pero sentía que el instante en el que se movía era erróneo. Llamó por el interfono y le abrieron, subió las escaleras y su madre le esperaba con la puerta abierta. Como acostumbraba dejó la mochila en su habitación y salió corriendo para comer. En su cabeza, le atormentaba la idea del inminente examen de Medio Ambiente que aquella tarde le aguardaba. Pero los hechos se sucedían de manera contraria, toda esa preocupación se transformaba en desidia. Dejó transcurrir el tiempo hasta que ya era demasiado tarde, no llegaría al examen. De todas formas salió corriendo de casa. Se acercaba a un edificio de aspecto eclesiástico en una zona que no guardaba ninguna relación con aquella ciudad, pero misteriosamente en aquel momento todo parecía lógico. Se desplazaba paralelamente a la gruesa pared de piedra del edificio hasta una inmensa puerta metálica. Entró al interior, la puerta desde dentro era de madera y estaba acristalada. No reparó en esos detalles en aquel momento. Avanzaba por el pasillo al llegar a la esquina se encontró a su profesor que propinó una mirada mezclada entre ira y desprecio. Y le espetó en medio de su cara perpleja que si tenía alguna posibilidad de aprobar la acababa de desperdiciar. Intentó seguirle, ahora en dirección contraria, y al llegar a la otra esquina el tiempo se detuvo. Cuando se restauró de la esquina salió una chica acompañada de un profesor gordinflón que conocía bien. Les siguió porque ahora sentía que era con la chica con la que tenía que hablar sobre el peliagudo tema del examen. Ella y el profesor hablaban sobre experimentos demasiado complicados. Al parecer en alguna parte del mundo se había desarrollado un experimento con éxito. Se separaron y ella entró en lo que parecía ser su despacho. La conversación fue confusa, pero acabó abriendo los ojos.

Sería conveniente...
Actuar por conveniencia hay muchos que lo llaman instinto de supervivencia. En la mayor parte de los casos es siempre algo de lo que estar orgullosos. Hay auténticos pisa cuellos que muestran sus logros con superioridad, ya sea en el ámbito laboral o amoroso. Encontramos auténticos charlatanes, capaces de levantar del suelo a las más inconscientes muchachas, que de repente se encuentran en un peligroso descenso sin paracaídas y aún así, la tierra consigue abrirse para que sigan cayendo. Y luego, encontramos al hombre de las mil máscaras, que se irá colocándose cada careta en el momento preciso para poder sacar su mayor beneficio. Te puedes equivocar sin darte cuenta o sabiéndolo. Lo único que cambia es si llega a producirse un rebote o no de dolor, por arrepentimiento y culpa. Si tienes dudas, pregunta. Si la respuesta no te convence, desconfía. Así somos. Y aunque sepas que una persona actúa por conveniencia, si aprecias a esa persona, intentarás obviarlo. Aunque no se lo merezca, aunque puedan rodearte muchas otras que van con intenciones más nobles. Eso no importa. Lo que hagan bien no importa porque no llega a ser tan importante como el daño que padecemos por culpa de quienes apreciamos. Que padecemos a disgusto pero que no somos capaces de rechazarlo. Porque si no nos sentimos mal por perder algo que queríamos, es que no lo queríamos. Y nos sentimos culpables y nos hacemos daño para que todo tenga sentido. Y al final todo se transforma en egoísmo. Intentamos mentirnos constantemente, creyendo que eso nos aliviará. Pero lo único que hace es alargar la agonía. Al miedo hay que matarlo y con él, arrastrar el dolor. Pero es tan difícil aceptar ayuda en estas condiciones. Porque se pierde la confianza en el altruismo. Porque siempre creemos que hay razones ocultas, que nos amenazan con el reflejo fantasmal de los temores pasados. Vemos una mano tendida que pretende levantarnos y no podemos dejar de imaginarnos a la misma empujándonos al precipicio. El miedo a las posibilidades hace que permanezcamos tendidos en el suelo, mientras algunos se paran a mirar y otros se ofrecen a tender esa mano. Y si nos regalan su insistencia y compromiso sacamos a la fiera para asustar, para dejar claro que no necesitamos ayuda. Despreciando justo lo que más necesitamos.

Vamos a contar mentiras.
Una vez consiguió formar parte de algo. Podía decirse que llegó a ser feliz, pero en aquel momento era fácil. Sus preocupaciones y temores eran grandes, pero su situación conseguía hacerlos insignificantes. Aprendió lo que era la amistad incondicional, aprendió a sentirse aceptado tal y como era y a quererse. Aunque no tenía demasiada confianza en sí mismo ni en sus posibilidades, pero no le molestaba, aunque a veces le dejaba inquieto y no sabía cómo analizar lo que le ocurría. Un día todo eso acabó. Algo más importante requería su atención y sin dudarlo corrió a por ello. Y cuando lo consiguió, tuvo que pelear por volver a colocarse en el mismo punto desde la casilla de salida. Esta vez ya no iba a ser tan sencillo. Necesitaba cualquier tipo de distracción para no reparar en sus carencias. Convivía con la disconformidad, con una barrera que no podía saltar. Era feliz, lo sabía, pero no podía creérselo. Había una razón tremendamente poderosa que le atormentaba. Tenía que mentirse, tenía que hacerse infeliz para conseguir lo que pretendía, aunque fuera mentira. Y lo logró. Se sintió triunfador al principio. Pero las reacciones en latencia de sus actos pronto verían la luz y le mostrarían los errores cometidos. Así pasó a transformarse en una pieza suelta de un rompecabezas. No encajaba en ninguna parte, o al menos así se sentía. A partir de ese momento pudo observar como todo el tiempo que había perdido ya no podría recuperarlo. Entonces comprendió que para él sólo quedaba tiempo que perder. Todo a su alrededor era demasiado grande y complejo, esto lo decía dentro de un profundo pozo del que necesitaba salir. Cansado de pelearse consigo mismo y perder siempre, bajo los brazos. El que huye y de lo que se quiere huir son la misma cosa, ese sería su eterno problema.





PD: Un sueño me dijo una vez que no me despertara y no supe hacerle caso...

11 comentarios:

  1. Eso te iba a decir. Que el primero tenía toda la pinta de ser una pesadilla con tu magnífico examen de medio ambiente jeje. No seas tonto, si te va a salir muy bien :*. Tú hazme caso a mí ;)

    Sería conveniente que más de una se aprendiera esto que has escrito como el padre nuestro. Desgraciadamente cierto y desalentador. Cuesta rechazar lo que te queda, incluso aunque a veces eso que queda te haga daño. Y cuesta no ya porque se supone que si no nos duele no lo hemos querido nunca, sino porque si lo que te queda ya es poco, menos será nada. Y a veces, cuando has querido, te aferras a lo que hay aunque duela. Te agarras al clavo ardiendo, aunque sepas que con ello te vas a quemar. Pero lo haces con la esperanza de que llegará el momento en que tendrás la piel tan quemada que ya no sentirás dolor en esa zona. Y seguirás teniendo ese algo que es para ti tu clavo. Las preguntas son: ¿en qué condiciones? y ¿de verdad merece la pena?

    Pero a priori... no lo sabes. Para saberlo tienes que averiguarlo. Tienes que quemarte. O sí lo sabes, pero no quieres verlo. En cuyo caso el resultado acaba siendo el mismo: quemarte.

    Y mientras perdemos nuestro tiempo, nuestras ganas, nuestra ilusión y nuestro amor queriendo a alguien que no nos quiere, pasamos por alto a otras personas que sí que serían justos merecedores de todo eso que a otros les sobra o no valoran y que nosotros tenemos por dar... Dios da pañuelo a quien no tiene nariz...

    ¿Por qué ha de ser así? ¿Por qué las cosas no surgen con las personas que nos harían la existencia más fácil, más llevadera y menos dolorosa y sí con aquellas que nos hacen daño? Es injusto.

    Es injusto, porque ves valores en otra gente. Valores buenos. Cualidades que a todas nos gustan en un chico. Y en cambio, a veces salta la chispa y otras... otras te quedas pensando: ¿Qué demonios me pasa? ¿por qué no le quiero "de esa manera"? Es una mierda... Pero está claro que como no salte lo que tiene que saltar... ya puede tener todas las virtudes que quieras, que no cuaja. Te lo digo yo que empecé a salir "racionalmente" con el que fuera mi primer novio para acabar dándome cuenta que para mí era más un amigo que un novio...

    El corazón es caprichoso y puñetero...

    El último... aún lo estoy meditando jajaja. Sorry pero mi no entender :P. Voy a ver si ceno y a ver si al leerlo con el estómago lleno me entero de algo :D

    Besitos de... vacío estomacal xD

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  2. Últimamente sueño mucho, jajajaja. Y como de costumbre son cosas raras de esas mías. Y para colmo me salté la hora del examen, qué horror, jajaja. Pero no estaba preocupado, no sé. Además en el sueño estaba sospechando, porque nada era donde tenía que ser.

    Me inspiro Vick en el segundo texto, con un comentario que me hizo sobre la entrada anterior, que me decía que la mayoría de la gente actuaba por conveniencia. Y justamente le iba a contestar con un mega ladrillo, pero lo guardé y lo acabé justo esta tarde. Es un poco autobiográfico, supongo...

    Es algo bastante difícil de aprender. En todo lo que estén presentes los sentimiento es bastante difícil aprender.

    Aunque no sientas dolor en la zona quemada, el daño ya está hecho, el dolor se transforma y continúa.

    No sé qué es mejor quemarte sabiéndolo o sin saberlo... Yo diría que sabiéndolo, pero vamos, a saber. De todas formas quemarse de vez en cuando es normal e inevitable. Lo que es evitable es soltar el clavo a tiempo. Pero ése "a tiempo" nunca sabemos cuando es.

    No creo en los "justos merecedores", lo siento. Como ya te habré dicho en alguna otra ocasión, nadie es merecedor de nada por sí mismo. Es labor de los demás dotarte de esos privilegios.

    Pues sí, puede que sea injusto. Pero es que el mundo no es justo. Tampoco creo en una justicia universal. Por desgracia quienes imponemos justicia somos cada uno de nosotros día a día. Yo tengo mi idea de lo que es justo e intento llevarla a cabo.

    Bueno, pero es que esas cosas no son suficientes, Tú. Puede haber gente superchachiquetemueres y bueno pues no les vas a llegar a amar, pero bueno, a lo mejor tampoco hace falta, con tenerles aprecio puede ser suficiente. Al menos eso pienso yo, me gusta rodearme de buenas personas, aunque de vez en cuando se cuele algún que otr@ que mejor que se hubiera quedao en casa, jajajaja.

    El corazón es lo que es y es lo que hay, jajaja. Qué se le va a hacer... el corazón va "a su manera".

    No medites demasiado :P

    Besitos de yogur de fibras :*

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  3. Yo he soñado muchas veces eso que llego tarde a un examen, o que me lo sé y me quedo en blanco, creo que es algo de miedo o inseguridad.

    Y también eso de que ando perdida, mezclo edificios de la ciudad con sitios de viajes, o mi casa es un sitio diferente, imagino que así son los sueños entrecruzados o entrelazando recuerdos e imagenes.

    Me ha gustado eso de edificio de aspecto eclesiástico,ains ja, ja hasta en la sopa jaja

    Bonito texto. Muask

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  4. La verdad es que no me acuerdo si he soñado más veces llegar tarde a un examen. En blanco nunca, creo. La verdad es que esto de escribir los sueños es relativamente reciente, jajaja.

    Eso me pasa constantemente. Para que vea Yo que no sólo yo tengo sueños raros, jajaja.

    Te juro que lo recuerdo así, a lo mejor es que mi subconsciente se quedó con el vídeo que pusiste el otro día de las iglesias, ¿renacentistas eran? Ando bastante perdido en la historia, disculpa si le he pegado una patada a la cronología.

    Gracias por pasarte, besos.

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  5. ja, ja ains pobre no quiero que tengas pesadillas con mis catedrales, ja, ja eso déjalo para mí.

    Es cierto en tu sengundo relato que cuando de verdad viene una persona noble y sin conveniencia, yo me pregunto y me digo, no puede ser verdad, pero sí, hay gente muy buena que sólo busca el cariño, o que te necesita de cierta forma. En los trabajos es diferente, hay más hipocresía, con eso de que como eres compañero te tienes que llevar bien y más envidias, pero bueno así es la vida, hay que saber diferenciar y lo que dices si tan poco te hace mucho mal, es mejor obviarlo.

    Muy bien escrito, me ha gustado mucho de verdad.

    No es conveniencia ja, ja

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  6. Uy, pues puede ser, algunas están entre el gótico y el renacimiento, creo que era gótica, pero ya sabes que en algunos momentos hay un cruce de estilos en la historia. Muy listico tú jajajaja te lo digo en murcianico, besitos, es un placer pasarme, gracias por invitarme.

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  7. Pues que sepas que fuiste tú la que con un comentario de días atrás me inspiró para escribir el segundo texto, jajaja.

    Obviarlo, no. Hay que afrontarlo. Si lo obvias, se queda ahí y se va acumulando con otras cosas, si lo afrontas se va haciendo más pequeño, más pequeño, a lo mejor no desaparece del todo, pero ya no es lo mismo.

    Ah, sí, góticas. Tenía la palabreja en la punta de la lengua, jajaja. Es cierto, iglesias más elevadas, así como más estilizadas, los cambios en la arquitectura, en los tipos de arcos y abovedados. Pues la del sueño me parece que era más basta, jajaja.

    ¿Cómo que gracias por invitarte? Gracias a ti por pasarte :P

    Besitos.

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  8. Es como si las limitaciones de una persona no dejaran avanzar, la falta de confianza y autoestima hace que nos conformemos con lo que tenemos, yo sé lo que es eso porque a veces me he conformado con cosas y no he luchado, pero ¿sabes? al final hay poca gente es así, el ser humano tiene retos, y aspiraciones, y podemos conformarnos un tiempo determinado, pero luego volvemos a la lucha. Me gustaría que me dijeras si has querido expresar algo diferente, a mi me ha parecido esto que te he comentado. Muchos besos, de los tres ha sido el que más me ha gustado, un 10.

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  9. Evidentemente para mí significa el texto significa algo tremendamente certero. Algo puntual, pero voy a obviar esa explicación, no te lo tomes a mal.

    Supongo que es un poco así como lo has dicho. Estás todo el rato peleando, muchas veces por cosas de las que no tienes ni idea y otra por cosas que ni existen, jajaja. Muchas veces las situaciones te hacen pensar de una forma determinada y cuando todo pasa, dices, pues me equivoqué. Y hay equivocaciones que se soportan mejor que otras, o más bien según como se mire, según a lo que le des importancia... No hay que conformarse, pero hay veces que te paras y piensas en por qué sigues peleando y dándote cabezazos contra la pared para pasar al otro lado...

    Besos y gracias por pasarte ^^

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  10. No, que vaaaa, ¿cómo me lo voy a tomar a mal? yo he puesto lo que me ha venido a la cabecita según mis experiencias personales,y que tengo confianza para compartirlas contigo, y tú me cuentas las tuyas es genial!!! así aprendemos de cada uno.

    Un besazo, gracias a tí por los tus relatos.

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  11. A mí es que me cuesta un "poquito" compartir esas cosas, entonces tengo que hacerlo de forma especial para que no parezca que lo estoy diciendo, pero diciéndolo... Es un poco complicao >.<

    Gracias por tener confianza conmigo ^^

    Besitos.

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