domingo, 22 de mayo de 2011

Ingenuidad Olvidada.

Noche estrellada.
Abría la ventana avanzado el crepúsculo, para contemplar el cielo nocturno. Deseaba que aquella noche alguna de las estrellas le devolviera la mirada. Esa misma que él perdía al quedarse embelesado por esas luces resplandecientes que acababan cegándole cada vez que las observaba. Cerraba los ojos y en aquella oscuridad consentida todavía podía verlas. En el cielo de sus párpados se proyectaban por sus retinas, aún así seguía admirándolas. Su consciencia se distorsionaba y sentía como las estrellas se burlaban de él cuando estiraba los brazos para intentar alcanzarlas sin éxito. Y aún en sueños seguía inmóvil en su ventana, pero las estrellas se apagaban al sentirse acosadas por la insistencia de su mirada. Una vez que todas se marcharon, dejándole solo, sólo quedaba la Luna que en su cuarto menguante parecía guiñarle de manera condescendiente. “Sólo tú me entiendes”, pensaba mientras se despertaba para meterse en la cama.

Andando en círculos.
Se cierra un nuevo círculo dejándole fuera. Ya no hay más respuestas que escuchar. Ignorado hasta por su sombra que le abandonó sin dejar despedida. Pisaba las baldosas de la calle sin tocar las esquinas, esforzándose por mantener la mente en aquel juego intranscendente. Guiado por aquella secuencia demente, atisbaba la calle plagada de círculos. Se agarraba el corazón para que no saliera de un impulso. Seguía caminando dando saltos del presente al pasado. Con cada salto vislumbraba como el sangrado de su cuerpo había plagado su alma de cicatrices. Y el daño profundo e invisible tiene cita cada mes en la consulta de su psique. Pero una vez confinado el dolor, se convierte en la más temida bestia enjaulada. Perdido por el cosmos interno, intentando no volver a recuperarlo. Peligroso tubo de ensayo que de romperse nos deja a merced de la anafilaxia. Y convierte el todo en patrañas dejando lo minúsculo, como un pequeño círculo, en el centro de su universo.

Ley de vida.
Era dueño del optimismo. En los días nublados aún reconocía el resplandor del Sol. La lluvia era para él una oportunidad para usar el paraguas. Veía el vaso medio lleno, aún estando completamente vacío. Que su equipo perdiera le permitía dar la enhorabuena a los seguidores del equipo rival. Cuando tropezaba por la calle no hacía nada por disimularlo y si se caía era el primero en reírse. Llevaba toda la ropa blanca teñida de rosa por un incidente con la lavadora, presumía, pensando que todo había quedado mejor que antes. Nunca discutía, nada podía hacerle perder la sonrisa. Cuando su mujer le engañaba con otros hombres, pensaba que era bueno que conociera a otra gente. Su jefe le echó del trabajo y decidió que era hora de intentar crecer profesionalmente. Pasaban los meses y no encontraba trabajo, esa situación sólo hacía crecer su expectación. Su mujer acabó por dejarle por uno de sus amantes, él consideraba que había llegado el momento de abrirse a una vida nueva. No contenta con marcharse, se llevó también a sus hijos, dejándole sin opción a la custodia y oponiéndose a que los viera, él sabía que ellos no estarían mejor en ninguna otra parte que con su madre. Le desahuciaron de su casa, le supuso un reto para conseguir un lugar nuevo donde vivir. Se instaló al lado de un pequeño polideportivo, donde se abastecía de los cubos de basura circundantes y se aseaba en los vestuarios teniendo cuidado de que no le vieran, se sentía como un espía de película de acción. Le condenaron a prisión por estar en el sitio equivocado en el momento menos oportuno, de todas formas seguía confiando en la justicia. Nadie le visitó en los años que estuvo recluido, intuía que tendrían mejores cosas que hacer. Cuando murió improvisaron un ataúd con tablones de madera y algunos clavos. Dejó como última voluntad una frase para su epitafio. Le enterraron delante de una pequeña piedra donde se podía leer: “Ahora, por fin, soy…”


10 comentarios:

  1. El primero me ha resultado muy bonito de leer. Además es como muy visual, no sé... Me gusta la complicidad con la luna y el simil del guiño.

    El segundo... lo he leído un par de veces y debe ser que yo también me pierdo andando en círculos porque no me termina de quedar muy claro. Jooooo ¿por qué siempre hay un texto que no entiendo? :(. Soy torpe...

    Y el tercero... joder... "menos mal" que el hombre era optimista, que si no... Porque vamos, con semejante panorama como pa serlo... Es curioso, hasta tus posts "optimistas" tienen ese regustillo triste y amargo que desprenden casi todas tus entradas... No me gusta ese regustillo, que lo sepas. No me gusta tanto pensamiento negativo por tu parte. Y mira que yo no soy una persona optimista, pero es que a veces es tan triste lo que escribes... que nadie en el mundo debería sentirse así nunca. No quiero que te sientas así :*

    PD: Me tienes intrigada con los dibujos con los que ilustras tus posts ¿de dónde los sacas?

    Besitos de piña ^^ y buenas noches, que ya hace tiempo que no te lo digoooooooo y, hoy, lo he echado de menos :D

    ResponderEliminar
  2. La Luna casi nunca se va y cuando se va, avisa... Me alegro de que te guste, aunque últimamente no llevo una buena racha, no me convence nada de lo que escribo.

    ¿No sacas ninguna conclusión? De todas formas no es que seas torpe, es malísimo. Así que no te preocupes demasiado.

    Pues fíjate que quería escribir un texto optimista pero no hay manera, jajaja. No sé hacer eso. Por lo demás, no te preocupes ;)

    Besitos de cielo estrellado.

    ResponderEliminar
  3. Jajaja déjate de rollos que, desde que te leo, te lleva sin convencer nada de lo que escribes :D

    ResponderEliminar
  4. Será que el regustillo amargo sabe mejor con el tiempo, por eso en el momento no me gusta.

    Mm, yo que sé...

    ResponderEliminar
  5. Es como si sintiera que en su mente las estrellas lo dejan sólo, pero siempre queda la luna. Es un texto que refleja el dolor de la soledad, el buscar alcanzar una compañía que se pierde o se aleja, no sé, es lo que he pensado yo.


    Se cierra el círculo y quedas fuera como desorientado, ya no queda más que concluir, te ofuscas en el juego de no pisar una parte de la baldosas, como una especie de miedo o manía que a veces hemos tenido todos.La lucha entre el pasado doloroso y el presente o futuro, el no volver a caer en el dolor y saber llegar a la superación. Y cuando calmamos el dolor no lo quedamos dentro de nosotros parte de él que no puede salir, yo he entendido eso, ahora me lo explicas un poquillo más, besitos. Me ha gustado el segundo.

    ResponderEliminar
  6. No sólo en su mente, porque cuando se despierta sólo queda la Luna (pero porque no puede irse, sino quien sabe lo que haría). Estrictamente, no sabe si se mueve en realidad o ilusión, jajaja. Me gusta tu análisis del primer texto.

    En el segundo parece por lo que dice al final del texto que el círculo acaba siendo lo más importante, ¿por qué?, quién sabe... Este análisis tampoco está nada mal, y luego dices, si es que vas a bordar cualquier examen que te pongan, jajaja.

    Sea como fuere, como siempre digo, lo importante no es lo que yo quiera decir sino lo que significa para el que lo lee. Para mí puede significar una cosa que es sólo mía y para ti otra cosa solamente tuya. ¿Por qué tiene que ser mi opinión la mejor o "verdadera"? ¿Porque lo he escrito? No creo que sea razón suficiente...

    Besitos, lumbrera, jajaja.

    ResponderEliminar
  7. Ja, ja gracias, bueno lo decía porque desde el punto de vista del escritor parece que uno quiere expresar algo, que a veces llega de una manera o de otra diferente a lo que has querido mostrar, pero es cierto que cuando lees un libro cada uno imagina las situaciones y a los personajes de manera diferente y personal y eso es lo que hace bonito de leer, el poder usar la imaginación.

    Ya he leído el tercero, pues me recuerda un poco a mí, porque no tan exagerado claro, pero siempre veo el lado positivo, digo si me dejó mi novio fue porque vendrá otro mejor, o si no consigo este trabajo, será porque no sería feliz allí, cosas así jaja, ;) Muy realista en el fondo, y me he reido un poco lo confieso, porque era un poco exagerado ja,ja me ha gustado como siempre.:) pero me quedo con el segundo.

    Muchos besos.

    ResponderEliminar
  8. Si quisiera transmitir una idea en concreto, haría porque se entendiese esa idea. Pero en la mayoría de los relatos no es ése mi propósito. Sí que es verdad que para mí puede significar algo en concreto pero no quiero resaltarlo. Suelen ser ideas imprecisas y difuminadas para que a cada uno le sugiera algo diferente.

    ¿Que sí? Pues la verdad es que ha sido totalmente casual, jajaja. La verdad es que esa actitud me inspira una envidia sana, porque seguramente nunca llegué a pensar de esa manera.

    Mm, interesante. Así que tú el segundo y Yo el primero. Me quedo con el último por descarte, jajaja.

    Besitos, Vick.

    ResponderEliminar
  9. Ahí estamos, ahí estamos, menos mal que somos tres, porque ya no hay más posts pa repartir xD

    Vengo a darte las buenas noches :D

    Me voy a momí. Un besito, dulces sueños. Que tengas buen día mañana ^^

    ResponderEliminar
  10. Aunque hubiera preferido cualquier de los dos primeros, jajaja. Pero bueno, no siempre se puede tener lo que se quiere.

    Mañana será un día descansado, algo es algo, que no es poco.

    Buenas noches, dama durmiente.

    ResponderEliminar