domingo, 25 de abril de 2010

El viaje de las postales

Sueños: Primera Parte

Mirando el cielo negruzco, sin ninguna estrella, sin ninguna esperanza, pensaba que en un futuro vería el mundo que me esperaría. Sitios bellos, interesantes y tristes también. Pero la angustia me invadía cuando recordaba que estaba encerrado en una jaula de cristal que no me dejaba salir al exterior. Aún así, debía dormir. mañana tendría que hacer un pequeño viaje hasta casa de mis abuelos, una de las cosas que más me gustaba hacer los domingos.

Estaba en la entrada de una de las casas más humildes de la ciudad. Allí vivía mi abuelo. Estaba viudo desde hace 8 años. Él estaba como siempre, tan alegre y amigable, aunque sabía que su hijo no venía con el mismo sentimiento. Mi padre desde que se casó con ella, dejó de comportarse bien con el abuelo. No soportaba que el ambiente que había entre ellos, y no podía ignorar las miradas que mi madrastra mandaba al abuelo. A ella nunca le gustó, porque él decía que mi padre se merecía algo mejor que una mujer superficial, a la que solo le importa lo que piensan los demás.

Yo iba caminando lentamente por un pasillo largo y estrecho que cruzaba toda la casa, mientras que Gabriel, mi abuelo, intentaba empezar una conversación amistosa. Aparte de la cocina y del salón, había dos habitaciones, la de mis abuelos y la de invitados, donde yo dormía. Pero había una puerta al final del pasillo que nunca había cruzado.



3 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho tu forma de escribir, sin más descripción que la necesaria y valorando más el hecho que los detalles de la escena.

    Te seguiré leyendo, comenteo o no ;)

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  2. Me imagino que piensas contar que hay detrás de esa puerta, verdaddddddd???

    un saludito

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  3. También estoy esperando para ver como continua la historia, todo depende de Ana.

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