domingo, 1 de enero de 2012

Sótano Cáustico.

No estás sola.
¿Qué quieres, alguien que te quiera o alguien a quien querer?, le preguntaba su subconsciente mientras paseaba por las calles nocturnas de aquella ciudad. ¿Acaso hay que elegir?, se contestaba contrariada. Agarró fuerte el bolso apretándolo contra su cuerpo, intentando encontrar unos brazos que la rodearan, protegiéndola. Pero más que la protección, lo que extrañaba era la compañía deesos brazos. Sentía un vacío frío y lacerante. Caminaba con unos tacones que iban dejando un delicioso sonido al chocar contra el suelo. Y por las calles sólo era capaz de ver parejas abrazadas o cogidas de la mano, dando muestra de su amor. Todavía entera, creía que se desmoronaba al sentir su amor pisoteado. Decidió aguantar las lágrimas porque ya había derramado demasiadas. El aire de tristeza que desprendía se transformaba en belleza al caminar. Ensimismada en sus pensamientos avanzaba hacia ninguna parte. Intentaba dejar atrás el dolor en cada paso, sin éxito. Cuando observó que el esfuerzo era inútil, decidió sentarse en uno de los escalones del parque. Allí donde no había nadie, para disfrutar del consuelo de la soledad. Abrazó sus rodillas, apoyó la frente en ellas y echa un ovillo, comenzó a llorar. Levantando un poco la mirada, la Luna brillaba en sus ojos mojados que dejaban brotar lágrimas de plata. Fue en esepreciso mismo momento en que todo carecía de sentido cuando una voz surgió asus espaldas. Con un tono fino, dulce y claro le dijo: “No estés sola”.
El honor del capitán pirata.
Hubo una época en la que la libertad era coartada por las balas de cañón. Los sueños pendían de las sogas del día del ahorcamiento en la plaza central de las ciudades. Dentro de una de las celdas de la prisión un pirata ardía como el fuego en su deseo de vivir. Encadenado, cantaba canciones de un tiempo en el que saboreaba la fresca brisa del mar. Añorabala sensación de bañar la boca en grog, todavía podía imaginarse degustándolo. La cárcel estaba empezando a desgastarle, se reía pensando que a aquello lo llamaban justicia. Para él la justicia se encontraba en darle una oportunidad a la esperanza por pequeña que fuese. Dejar un resquicio de salvación aunque pudiera ser improbable. Entre aquellos barrotes esa sensación era inexistente, en el mejor de los casos la soledad del pensamiento traía con ella la locura de la libertad. Mientras tanto la condena espera para caer con toda su fuerza sin rastro de clemencia. De repente, oyó una explosión muy fuerte que hizo retumbar las paredes. Unos segundo más tarde, vio como reventaba la pared de su costado.Algunos escombros le golpearon dejándole aturdido pero estaba suficientemente consciente como para salir de allí apresurado. El exterior olía a humo y pólvora. En el muelle un barco con la bandera pirata disparaba contra la prisión con el objetivo de liberar al mayor número de piratas posible. Pronto empezaría una sanguinaria guerra en los mares pero en aquellos momentos aquel gran capitán pirata corría por salvación. A su paso derribaba a la muchedumbre que por allí deambulaba. “Huir para luchar”, una vieja consigna pirata. Estaba a escasos metros del barco cuando algo le mordió la espalda y salió por su pecho. Maldita humillación, ser herido en la huida. Antes de caer fulminado por ese impacto mortal, tuvo fuerzas para dar media vuelta y riendo, extender los brazos en cruz. “Si voy a morir que sea viendo a mi verdugo”, pensó. El honor de aquel pirata prevaleció a lo largo del tiempo.
El último caso.
Cerraba la oficina, en el despacho apenas quedaban un par de cajas apiladas que recogería por la mañana. No consiguió resolver el último caso y la frustración acabó por desesperarle. O eso había creído hasta entonces porque antes de abrir la puerta una carta se coló por debajo de la puerta. La abrió de golpe y miró por el corredor, pero el mensajero ya estaba bajando las escaleras a toda prisa. Cuando se volvió a la ventana para verle ya había entrado en un coche que se marchaba sin darle oportunidad. La carta le citaba en un conocido restaurante esa misma noche. Salió de allí con su coche hacia el restaurante para encontrarse con su confidente. Atravesó las puertas acristaladas del mismo, ya le estaban esperando. Allí estaba ella, en la mesa central mirándole fijamente. Sin que le diera tiempo a moverse, ella se levanto copa en mano y se acercó a él para besarle con fuerza. Acto seguido, le derramó la copa en la cara y se marchó para siempre. Irónicamente resolvió su último caso.


PD: Feliz año nuevo. Por fin me quedo a una de las cien entradas, me tendré que poner serio y arreglar las cortinas del blog...

14 comentarios:

  1. Pues yo siendo un poco egoísta quiero querer y que me quieran, e incluso siendo aún más egoísta quiero que me quieran, queriendo yo también, pero que me quieran. Antes de conocer a Luis siempre era yo la que "quería" (con todas las letras) y hasta que no lo conocí a él no tenía ni idea de lo que era que alguien te quisiera.
    No entiendo lo de arreglar las cortinas del blog... :P Besos de año nuevo!

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  2. Nita:El amor debería ser una simbiosis, lo que pasa es que la especulación llega hasta los sentimientos.

    Gracias a vosotros aún hay esperanza de que el amor no sea una utopía y que siga así para siempre, jajaja.

    Arreglar las cortinas, pulirle las esquinas, limpiarle la contraportada. Un blog tiene mucho trabajo aunque no lo parezca...

    Hay una obsesión (malsana en ocasiones) por querer entenderlo todo. Yo muchas veces no me entiendo y aquí sigo. Así que tan malo no será, ¿no?, jajaja. Tampoco es que haya mucho que entender... mucha pamplina.

    Me gustan tus besos, te los voy a copiar.

    Besos de año nuevo ;)

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  3. PRIMER RELATO

    Creo que no sabría responder a la pregunta. Tengo la sensación que si lo hiciese me equivocaría.

    SEGUNDO RELATO

    Un hombre disparando por la espalda a otro hombre (a un pirata que pretendía huir de su condena). Tal vez el verdugo tuvo remordimientos al hacerlo a pesar de todo...

    TERCER RELATO

    Me ha sorprendido esa contrariedad del beso y el derrame de la copa en la cara. El final invita a la conjetura.


    Un saludo, y ánimo con el siguiente post. Tu blog dentro de poco será centenario. Felicidades.

    ¡¡También desearte un FELIZ 2012!!

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  4. kocrann: Yo tengo una teoría en la que pienso que si hay que elegir, te equivocas siempre...

    O fue condecorado como gran héroe, nunca se sabe.

    ¿A qué conjetura exactamente?

    Muchas gracias, por el comentario y por la visita.

    Feliz 2012.

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  5. Pasión y rencor, amor y venganza, me ha encantado el misterio con el cual lo has narrado..(me ha parecido cortito, buahhh) ains, kocrann ¿nos explicas la conjetura? besos a los tres.

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  6. Vick: ¿Cortito? ¿Qué más quieres que cuente?, a mí me parece hasta largo, jajaja.

    En realidad, ha dicho que invita a la conjetura, no que él haya conjeturado. Pero bueno, para llegar a esa conclusión en algo ha tenido que pensar, jajaja.

    Y tú, ¿conjeturas algo?

    Besitos ;)

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  7. Ja, ja, ains.. que me gustan tus relatos misteriosos ja,ja. Pues, gracias por sacar tiempo que yo sé que cuesta, y brindarnos estos bonitos regalos, y bueno que seas muy feliz este año.

    Besitos.

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  8. Vick: Más que misteriosos, incompletos, ¿no?, jajajaja.

    ¿Qué bonitos regalos, los textos? Eso no cuesta trabajo, lo realmente impresionante es que sigáis echando un vistazo por aquí de vez en cuando a leer mis desvaríos. Eso sí que es de agradecer.

    Tú irradias felicidad a tu alrededor, pero estoy convencido que este año lo serás más.

    Besos ;)

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  9. AIns, que me emociono, no me digas estas cosas, que soy muy sensiblera ja,ja ( pero me gusta,ja,ja) yo creo que lo que más me gusta en este mundo es el cariño de la gente, ja,ja aunque soy algo tímida para abrirme uisss!!....qué bonito, snif, pues, tú irradias cariño y me das confianza y seguridad, y eso me hace sentir bien, gracias ;)

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  10. Vick: Si es la verdad. Hay que decir la verdad, que nos mienten mucho a lo largo del día, jajaja.

    Ya me gustaría a mí irradiar cariño pero soy algo huraño. Me gustaría pero hay muchos que se aprovechan de la bondad (por llamarlo de algún modo que no sea "gilipollez") de los demás y otros que ya se aprovecharon. Y la confianza te las das tú solita, otra cosa es que te la catalice un pelín.

    Gracias a ti, jajaja.

    Besos ;)

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  11. Ya, a mi me pasa constantemente, creo, pero no sé cambiar porque vivo la vida con amor y bueno, soy de la opinión que si me quieren pocos pero bien, pues mejor por eso también me cuesta dar el blog, porque es tan personal que tengo miedo que me puedan hacer daño al conocerme tanto, y por eso mira sois poquitos pero confío en vosotros plenamente, así soy más feliz, y con mi vida personal pues igual, poquitos pero buenos, porque hablo con mucha gente, y a todos regalo mi cariño, pero de maner más superficial, no interiorizo como con vosotros, porque las personas de confianza se nota tan rápido...que yo os calé muy pronto y no me equivoco seguro.

    Besos.

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  12. Vick: Mantengo la teoría de los que dicen que recibes lo que das. Por lo tanto, pienso que hay que dar de manera incondicional pero sin hacer el idiota. Si crees que no hay que reservar, pues adelante y si te equivocas, pues será doloroso pero era lo que creías correcto. Así que p'alante, siempre hacia delante. Que quedan muchas cosas por ahí todavía, jajaja.

    Huy, qué optimista, no me lo creo ni yo, jajaja. Es broma, jajaja.

    Besitos ;)

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  13. Yo creo que no se puede entender una cosa sin la otra. Al menos no para ser feliz, creo. A veces, cuando echo la vista atrás, digo que yo sólo quiero a alguien que me quiera. Pero sé que no es del todo exacto. Porque parto de una premisa que omito ya que la doy por sentada. Y es que yo quiera a esa persona. Es decir, que lo que realmente quiero es que me quiera la persona a la que quiero yo (aunque parezca un trabalenguas, tiene sentido xD)

    Querer sin más es bonito desde un punto de vista romántico o idílico. Incluso puede serlo en realidad dependiendo de cómo te encuentres de ánimo en ese momento. Pero en condiciones normales, bajando de las nubes y siendo honestos con nosotros mismos, querer sin que nos quieran, dándonos cuenta de que no nos quieren de la misma forma... Eso... eso es una puñetera mierda. Eso que nos decimos a veces de "quererle ya me llena"... no vale siempre. Te llena en el momento que ves a la otra persona feliz o que has "conseguido" algo que para ella es importante o... a saber... es algo efímero. Te llena en ese momento puntual y volátil. En cambio, cuando te das cuenta de que, en realidad, es sólo eso con lo que vas a poder contentarte siempre... o que lo que la ha hecho feliz es el hecho en sí y no que venga de ti... ¿Eso?... eso es una mieeeeeeeeeerdaaaaa. Una mierda muy grande. Porque hagas lo que hagas, siempre serás invisible a sus ojos...

    Con lo cual:

    - Querer yo: ¿De qué me sirve querer si no soy correspondida?
    - Que me quieran a mí: ¿De qué me sirve que me quieran si yo no le quiero?

    Esto se resume muy bien con aquella sabia frase que solían recitar mis compañeros de cole en lo que ellos daban a llamar "poesía" (supongo que por aquello de la rima más que por lo poético, porque amos... xD): Amar sin ser amado, es como limpiarse el culo sin haber cagado

    En cuanto al segundo, a mí más que una demostración de honor me parece una gilipollez extrema xD. Si total, te vas a morir igual, gilipollas ¿qué te va a importar el honor cuando estés en el otro barrio? ¿vas a enterarte acaso de cómo pasaste a la historia? No ¿no? Pues qué más te da xD. En cualquier caso, me resulta más un gesto de orgullo y soberbia que de honor. Un gesto de honor habría sido sacrificar su vida para salvar la de sus compañeros de huída, por ejemplo. Lo otro... tú sabes ¿no?

    Qué malas somos las mujeres en tus textos xD. Esto me ha recordado a aquel post del detective que fue tan discutido (por mi parte, claro jajaja) xD. La otra le vuelve a besar pero, esta vez, le vuelca encima el vino. Y el otro papafrita se queda allí más ancho que largo atontao perdío y viéndolas venir...

    Besos de resfriado con muchos mocos xD

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  14. Algo parecido debe pensar la chica del texto sobre el tema. Porque la pobre se queda chafada pensando que le gustaría tener alguien así.

    Pues es lo que dices, algunas veces te puede llenar, la mayor parte del tiempo no lo hará. Lo óptimo sería que se dieran ambas condiciones, por supuesto.

    No estoy totalmente de acuerdo con eso que dices de hacer algo que haga feliz a otro. En parte, lo entiendo, porque es un esfuerzo que en cierta medida se hace de manera desinteresada, pero por eso mismo, a mí me da igual si se antepone mi imagen a la del hecho. Sinceramente, pienso que lo importante es el hecho (al menos cuando yo hago algo así) e irremediablemente veo a la persona en lugar del hecho cuando es algo que me dan a mí. Pero bueno, porque yo soy así. Nunca me ha gustado que me digan que hago algo bien, o que me agradezcan algo, porque tampoco pienso que sea demasiado relevante que haya sido yo quien lo haya hecho. Quiero volcarme en el hecho de tal manera que sea eso lo importante. Pero cuando me toca a mí, pues es al revés. Me llena tanto que se acuerden de mí de forma desinteresada que me quedo con la persona.

    Pues será como decían tus compañeros. No creo que sea del todo inútil, pero bueno, digamos que a ratos vale algo y otros nada.

    Puede ser, de gilipollas extremos está lleno el mundo, servidor primero. Generalmente, el honor es orgullo y soberbia. De todas formas, esto depende de en qué época, podría ser discutible. La gilipollez va cambiando a lo largo del tiempo. Es posible que el capitán en su día fuera un hombre de honor y que por eso su historia perdurara... A lo largo del tiempo todo es relativo.

    ¿Quién sabe? A lo mejor la mujer estaba en todo su derecho. Esas cosas no se suelen hacer por las buenas. Como era un cliché cinematográfico vistoso, decidí narrarlo. Ahora no recuerdo, pero no suelo poner a las mujeres de "malas". La de aquel otro detective sí, porque era mujer fatal. Pero en general, creo que no. Puede que me equivoque.

    Pues nada, besos de pañuelos, mantas calentitas, sopitas y esas cosas...

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